La línea de trabajo propuesta se construyó a partir de pautas ajenas a lo estrictamente comercial. Desde un primer momento, se pensó en algo que se acercara a los conceptos de filmoteca o cineclub, aunque actualizando los horizontes que estos planteaban, ya que se trata de una sala de gran tamaño. Además, desde hace mucho tiempo es la única sala de cine del centro de Mendoza.
La programación se organiza mensualmente. Para cada semana se destina la mayoría de las funciones a la difusión de un título actual. A esto se suma una variada gama de ciclos especiales que cuentan con el auspicio de diferentes instituciones.
La mayoría de los eventos que se proyectan son planeados, organizados y producidos por el equipo de Cine Universidad. Se exhiben muestras de diferentes realizadores, épocas, países, géneros y estéticas.
El cine nacional cuenta con un espacio especial en la sala. En algunas ocasiones los propios realizadores asistieron a las presentaciones de sus obras, generándose así un provechoso intercambio de opiniones con el público. Sumado a esto, se presentan funciones especiales para difundir películas y videos de realizadores de Mendoza.
Durante las vacaciones de invierno se exhibe una película infantil en estreno simultáneo con todo el país. La propuesta acerca a las familias con menos recursos, ya que se mantiene un precio menor que en el de los complejos comerciales. A esto se suma la situación céntrica de la sala, más al alcance de personas sin movilidad propia.
La selección de películas
El criterio de programación contempla factores como la producción independiente de los filmes, la calidad integral de los mismos, la trayectoria de sus realizadores, la positiva valoración de la crítica especializada, como también el rescate de películas que no fueron consideradas por las salas comerciales.
Desde su origen, el objetivo fundamental ha sido el de privilegiar la difusión de diferentes cinematografías que habitualmente permanecían al margen del circuito comercial hegemónico, lo cual no es tarea fácil. Se proyecta cine en 35mm, que es el formato para las salas de cine inscriptas en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, debiendo recurrir para ello a la única fuente de estos recursos materiales: las empresas de distribución, con sede en Buenos Aires.
La realidad indica que es cada vez más difícil mantener la una línea estética (que es también ideológica) dentro de un contexto de distribución oligopólica y de exhibición cuasi hegemónica. Las grandes empresas multinacionales de exhibición realizan negocios a gran escala con los escasos distribuidores, pertenecientes en su mayoría a empresas de Hollywood.
Así, en Cine Universidad tienen lugar cada vez más las propuestas de productores y realizadores independientes de Mendoza y el resto del país. En la programación es habitual contar con materiales inéditos que se presentan al público local -a veces por primera vez-, dentro de un esquema que se mantiene al margen de los carriles habituales de la "industria". Estos trabajos son producidos y distribuidos por los propios realizadores, que tratan personalmente la exhibición de los mismos con Cine Universidad.
El modelo hegemónico vs. la independencia
Cine Universidad mantiene un excelente vínculo comercial con todas las empresas de distribución de cine de Argentina. Igualmente, se tiene una conciencia plena de la realidad imperante con relación a este aspecto del engranaje industrial del cine.
La distribución de los títulos en Argentina está en manos de pocas empresas, la mayoría estadounidenses. Sólo existe un puñado de distribuidores locales. La adquisición de derechos de una película, como también la fabricación de copias para la exhibición, depende exclusivamente de las decisiones de estas empresas, quedando las mismas con la propiedad exclusiva de los derechos para todo el país. Esto transforma al mercado de la distribución de cine en un oligopolio comercial. Por ende, no es posible elegir libremente todo el cine que se produce en el mundo. En realidad, sólo se distribuye menos de un 5% de las producciones internacionales, incluido el cine argentino que viaja por el mundo. El 95% restante se trata de filmes producidos industrialmente por Hollywood.
Dentro de esta realidad, en Cine Universidad se proyectan títulos variados, incluyendo la mayoría de los géneros cinematográficos de ficción y documental. Sumado a esto, se agregan ciclos y eventos especiales, lo que produce alguna diferencia con las demás salas de cine comercial. Aquí es donde resulta fundamental la relación con instituciones culturales, embajadas, escuelas de cine y con productores y realizadores particulares que acercan sus obras para su difusión. Esto sostiene un perfil estético definido y pensado para la concreción de un efectivo proyecto cultural de exhibición de cine.
Igualmente, no deja de tenerse en cuenta que las nuevas tecnologías han producido un cambio fundamental en el modo de acceso a las obras cinematográficas por parte del público. Hoy las personas tienen la posibilidad de tener al alcance de la mano una mayor variedad de materiales audiovisuales gracias a internet y a los distintos formatos y soportes digitales. Esto radica en un cambio de paradigma en el uso social del consumo de cine. Existe una fuerte tendencia a realizar todo tipo de actividades en el propio hogar. De cierto modo, resulta beneficioso para el público contar con más material del que sólo se disponía mediante las distribuidoras comerciales. Pero es indudable que la salas de cine deben adaptarse a estos cambios, generar nuevas propuestas y variar sus estrategias en relación a la oferta de productos audiovisuales que exhiben. Cine Universidad se encuentra en un proceso de asimilación y de cambio en su estructura de programación general.