“El director, probablemente uno de los pocos (¿últimos?) verdaderos genios visionarios del cine contemporáneo, construye una película excesiva, imperfecta, pero al mismo tiempo sofisticada y de una belleza embriagadora. Con este film Wong Kar-wai alcanza su cumbre poética, la culminación de una búsqueda y una estilización que a estas alturas también parece al borde del agotamiento. Está en él y en su enorme talento e intuición demostrar si, una vez más, es capaz de reinventarse a sí mismo.”/ Diego Batlle - La Nación
Akelarre: la inquietante joya con la que un mendocino arrasa en Netflix
12 de mayo de 2021