“Maravillas de la condensación, Clooney y su coguionista Grant Heslov (que suma además las funciones de coproductor y actor) ciñen un buen par de años en apenas 93 minutos. Tal como están las cosas y las duraciones promedio, ese gesto los diferencia de Hollywood tanto como su negación al más mínimo desborde épico, sensiblero o demagógico. El temple de Clooney es cool, de tal manera que elige siempre antes el toque humorístico que el melodramático. (...) Clooney construye un apretado grupo de personajes que no se niegan a la inteligencia, la honestidad o la valentía. No se los crea por ello monolíticos o sobrehumanos: basta ver cómo se derrumba hacia adentro Murrow luego de cada filípica, para comprender hasta qué punto el tipo es perfectamente consciente de todo lo que va a perder, por culpa de su maldito civismo.” / Horacio Bernades - Página/12
