“El guión (...) da pie a una película que se distingue, con toda deliberación, de la tradicional «biografía integral». (...) Así, logra echar mucha más luz sobre su personaje, recreado por Philip Seymour Hoffman casi como una reencarnación, según afirman quienes lo conocieron y trataron. (...) Además de la reconstrucción mimética de la figura de Capote, la labor de Hoffman tiene una valía adicional, tal vez casi de la misma dimensión: permitir que el espectador, a través de su interpretación al desnudo, pueda terminar amando un personaje con tantos rincones abominables.” / Marcelo Zapata - Ámbito Financiero
Akelarre: la inquietante joya con la que un mendocino arrasa en Netflix
12 de mayo de 2021