Una joven que trabaja de guía en un museo, ocupa sus ratos libres en la lectura apasionada de un texto de Sarmiento, que aplica desprejuiciadamente a la vida sentimental y laboral de aquellos que la rodean: su novio, su amiga, el novio de su amiga, y la sospechada amiga del novio de la amiga. De esta manera, los complots son posibles; los sistemas casi perfectos y los enredos, entonces, probables.
“El hombre robado no sólo se anima a mezclar a Sarmiento y su herencia con una adorable comedia de enredos, sino que se construye desprejuiciadamente desde una sutil red de conexiones y coincidencias que jamás le hacen perder frescura. Gatos salvajes, frutas y museos se cuelan en la película y construyen desde una inmediatez muy tangible, no calcificada por imposiciones de guión.” / Guido Segal - El Amante