El film narra como, un habitual viaje de negocios de mediodía al interior país, se transforma en otro viaje. Al llegar a destino, Juan Desouza decide tomar otra identidad, inventarse una profesión, conseguir un lugar donde dormir, y considerar la posibilidad de no regresar.
“Con una descomunal labor de Chávez (uno de los pocos actores argentinos, junto con Ricardo Darín, capaces de sostener un largo plano sólo con la intensidad y los diferentes matices de una mirada), con una rigurosa y austera puesta en escena basada en planos fijos, con una impecable fotografía llena de sutilezas (...) y con un exquisito trabajo sobre las múltiples posibilidades expresivas del sonido (...) (Rotter prescinde por completo de la música incidental), El otro apuesta, con sus silencios que parecen suspender el tiempo y con su mirada sobre el cuerpo, a lo puramente sensorial, mientras alcanza a transmitir con enorme riqueza una gran variedad de estímulos físicos y emocionales.” / Diego Batlle - La Nación