Dos hermanos de clase obrera londinense, en el afán de seguir sus propios sueños, harán lo impensado, poniendo a prueba amores, lealtades y hasta la propia conciencia.
“Alejado del humor, es el remordimiento lo que termina hundiendo, sepultando a los protagonistas. (…) La culpa sumada al remordimiento -una constante en el cine de Allen, sea en las comedias o en un thriller como Match Point, con el que El sueño... tiene innegables puntos en común- estallan en el rostro del espectador. No es que los personajes tengan más de una cara: son puristas, seres que tienen su moral y que al apartarse de lo que creen, sienten que pueden pagar de una manera u otra.” / Pablo O. Scholz – Clarín