“Con un notable trabajo de efectos especiales que hacen superar las limitaciones técnicas del rodaje en digital, Iluminados por el fuego hace que la fiereza de la batalla le gane a la algo obvia progresión dramática, siendo más interesante el flashback de la guerra que la lenta espera del presente. Cuando, al final, las dos puntas del ovillo se juntan (en un viaje a Malvinas verdadero, filmado allí), el filme logra que sus elementos confluyan y generen una fuerte carga emotiva. Y se transforma así en un homenaje que no plantea imposibles ni reivindica todo lo actuado, si no que exige memoria por los caídos. Y por los que siguen cayendo todos los días.” / Diego Lerer - Clarín
