Bella, elegante y adorada por el pueblo, Georgiana (Keira Knightley) fue, como su descendiente Diana de Gales, la mujer más fascinante de su época. Pero mientras su imagen y su carisma le forjaron un nombre en la historia, el amor siempre se le escapó. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Ralph Fiennes), fue confidente íntima de ministros y la Casa Real, llegando a ser un icono de la moda, madre adorada e influyente política para el partido liberal. Sin embargo, en el núcleo de su historia está la búsqueda desesperada de afecto y amor.
Akelarre: la inquietante joya con la que un mendocino arrasa en Netflix
12 de mayo de 2021