Año 1997. Lady Di muere trágicamente. El mundo la llora, pero en Buckingham, poco afecto a las emociones públicas no reacciona. Esto genera un gran rechazo por parte del pueblo inglés. La película se construyó desde hechos ciertos, incluida la presencia de Tony Blair, pero los diálogos y hechos privados de la Reina Isabel y el Príncipe Carlos son suposiciones del guión. Aunque dicen que serían muy aproximados a los reales.
“Lo que el film muestra es el equilibrio entre el populismo y cierta dignidad aristocrática. Y ese equilibrio es Tony Blair, que mantiene una relación ambigua con la monarquía, que repele ideológicamente pero le fascina británicamente y ve en Isabel una figura materna. Pero que es, también, un símbolo de la ‘traición del laborismo’. Stephen Frears es un especialista en esos juegos sutiles de poder que se dan en la comunicación. (...) Con humor, con un James Cromwell monumental como Felipe, con una mirada alejada de todo juicio respecto de las personas reales, Frears orquesta una sutil descripción de las las formas políticas.” / Leonardo D’Espósito - Perfil