“Una película esperanzada, que de algún modo enseña a transferir el don recibido, o la virtud ejercitada en el trabajo, a las relaciones cotidianas de la vida. Bordar relaciones con el esfuerzo que ello presupone... y ahí están los resultados, al alcance de las manos. Asumir las responsabilidades y desterrar las falsas culpas son las dos caras de una misma moneda, que en La trama de la vida equivale a una práctica necesaria e imprescindible no sólo para crecer, sino para continuar viviendo.” / Javier Luzi - Cineísmo
Akelarre: la inquietante joya con la que un mendocino arrasa en Netflix
12 de mayo de 2021