Una banda de músicos egipcios llega a Israel. Están invitados para una ceremonia oficial pero, por un hecho fortuito, equivocan el rumbo y van a dar en medio de un pueblo israelí perdido en el desierto. Tienen que arreglárselas solos, sin conocer el idioma ni las costumbres. Se les presenta una atractiva mujer, quien les dará cobijo, alimento, confianza… y algunas cosas más.
“La situación generará situaciones graciosas, absurdas o conmovedoras, que Kolirin ha concebido con inteligente modestia y haciendo hincapié en el retrato humano. Quizás una modestia sólo aparente: el film dice de la cuestión bastante más de lo que la sencilla anécdota sugiere. El acierto no deriva de esa actitud bienintencionada, sino del tono de la comedia, que mezcla humor, emoción y absurdo a la Kaurismaki, sin ocultar cierto fondo melancólico, del espesor humano que el autor confiere a sus personajes.” / Fernando López - La Nación