“Melinda y Melinda, con un formato «nuevo», prosigue el mismo discurso en el cual ese humor obsesivo, neurótico y ciclotímico, tan propio de diálogos como de posturas corporales y gestualidad, no es otra cosa que una forma más de la desesperación. (...) Melancólica, obsesiva, chispeante. Imperdible para sus incondicionales.” / Marcelo Zapata - Ámbito Financiero
Akelarre: la inquietante joya con la que un mendocino arrasa en Netflix
12 de mayo de 2021