Alex, un adolescente apasionado por el skate, se está iniciando en las relaciones amorosas. Practica con su tabla en un lugar mítico, el 'Paranoid Park'. Junto al parque hay una estación de ferrocarril y los jóvenes se divierten colgándose de los trenes en marcha. Una noche sucede una tragedia, y Alex queda expuesto ante su conciencia, y su desesperación al no tener en quien confiar, ni en su familia ni en su mejor amigo, ni en su chica.
“Paranoid Park es, como su protagonista, una película solitaria, que no se ata a nada. Ni a un único estilo visual, ni a un repertorio prefijado de recursos formales, ni a un determinado sistema narrativo. No se ata siquiera a romper las ataduras, como el pasaje de la desestructuración modernista del comienzo a cierta linealidad clásica del final parece atestiguar.” / Horacio Bernades - Página/12