A partir de un caso real (una increíble cantidad de material tóxico que fue echado al río Han), el director imaginó la aparición de un gigantesco monstruo mutante que, saliendo del fondo de ese contaminado río, aterroriza a la ciudad de Seúl, empezando por las familias que están haciendo picnic en un parque.
“The Host abandona a los veinte minutos la promesa de ser una película a lo Godzilla. Bong tira una fuerte situación dramática y no teme seguirla con un paso de comedia absurda, y de ahí ir al suspenso y la intensidad de una persecución para pasar sin pausa al melodrama. Y lo mejor es que todo fluye de una manera perfecta, más allá de que un espectador occidental -acostumbrado a una continuidad de tonos más clásica- pueda sentirse por momentos desacomodado. (...) Filme pequeño de tamaño pero conceptual, estética y temáticamente enorme. Todo un lujo.” / Diego Lerer - Clarín