Es una poética y profunda mirada acerca de cómo las personas tratan de relacionarse con los demás, en este problemático mundo contemporáneo. Una solitaria artista que usa sus fantásticas visiones estéticas para mostrar su complejo mundo interior, se relaciona con un desconcertado vendedor de zapatos soltero, padre de dos hijos. El encuentro de estos dos mundos tan distantes se convierte en una divertida reflexión sobre las relaciones humanas.
“En su opera prima, la artista, videasta, monologuista (y todo lo demás) Miranda July se despachó con una película que sigue en muchos aspectos el canon del cine indie norteamericano. Pero que se separa por poseer una personalidad distinguible. Lo que algunos gustan llamar un mundo, una voz. (...) La película nos muestra un pequeño universo de seres reconocibles, que finjen una dureza externa para revelarse inseguros y confundidos en la intimidad. Como ellos, nosotros y todos los demás también.” / Diego Lerer - Clarín