Alex es director de cine y está intentando terminar el guión de su próxima película. Con esa excusa decide alejarse unos días de su mujer y sus hijos e instalarse en la casa de un amigo en un pequeño pueblo de montaña; un lugar tranquilo y solitario ideal para su propósito. Allí conocerá a Mónica, una violinista que se encuentra de vacaciones. Un vínculo inusual surgirá entre ambos. Dos personas a mitad de camino entre la realidad y sus ilusiones.

“No está precisamente en la originalidad de su tema el valor de este laureado film de Cesc Gay: es el tono que ha encontrado para recrearlo lo que seduce, la delicadeza con que sugiere todo lo que los personajes no dicen en palabras, la fina sensibilidad con que traduce los complejos estados de ánimo en términos visuales, la sutileza con que descubre la sustancia dramática contenida en un relato en el que no hay conflictos manifiestos. (...) El conflicto sentimental transcurre siempre bajo la superficie y sólo se liberará en la conmovedora y tiernamente melancólica escena final, con la que Cesc Gay redondea un trabajo impecable.” / Fernando López - La Nación